sin mesura y disfrazadas.
Destructoras y malvadas.
Así viertes tus palabras.
Dolorosas y letales,
Rencorosas y equivocadas.
Como dagas afiladas.
Cuando salen de tu alma,
es el odio quien me habla.
Así hieren tus palabras.
Me acuchillas y desangras,
por hacerme aún más daño,
sin saber que lo que haces
es también contra ti.
Así matan tus palabras.